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PREVENCIÓN DE RECAÍDAS Un libro de herramientas para personas en recuperación
que por pena o vergüenza no quieras contar.
b. No hagas los trabajos, experiencias o tareas que deje tu
terapeuta; recuerda que si las haces, tal vez cambies y vivas
mejor, y eso no es lo que tú quieres.
c. Esfuérzate por manipular las situaciones echándole la culpa
a otros o acomodando las cosas para no quedar mal; ten en
cuenta que si te dejas conocer, de pronto podrían ayudarte y
eso es precisamente lo que estamos evitando.
d. En fin, disgústate, niega las cosas, victimízate, has todo lo
contrario, búrlate disimuladamente con cinismo, has pataleta
de niño(a) chiquito, hiperexplica las cosas y desconfía
guardando silencio. Es decir, no cedas, porque si lo haces
te aseguro que cambiarás, vivirás mejor y todos los que te
rodean estarán bien, evitando de esta forma que recaigas y
perdiendo la oportunidad de vivir mal nuevamente.
Nunca hagas conciencia de tus límites, piensa que por haber dejado
de drogarte tu familia, tu pareja, tus hijos, tus amigos y en general el
mundo, está endeudado contigo y debe rendirte pleitesía; por ese
motivo no hay problema en que rompas algunas normas, seas un
poco grosero y abusivo, no seas productivo y exijas que te den de
todo como premio a tu esfuerzo. Créete el cuento de que eres de
una raza superior y que por ello puedes transgredir algunos límites
que no se aplican para ti y tus “circunstancias especiales”. Es más,
ni se te ocurra creer que hay una dimensión trascendente y que por
más que la investigación en diferentes partes del mundo demuestre
que creer en ella es un factor de protección ante la enfermedad y
las dificultades, en tu caso “especial” no vale la pena creer en Dios,
cuando tú mismo te has convertido en él. Así es que como estás
ocupando el cargo de Dios, no busques ayuda, recuerda que él no
la necesita, asume cualquier riesgo, pues a Dios nada le sucede, no
cumplas todas las reglas y normas del programa, acuérdate que para
alguien tan “especial” no se aplican todos los límites. Finalmente,
no olvides pensar que hagas lo que hagas no vas a perder la gente
que te quiere, recuerda que la gente nunca se cansa de que abusen
de ella, además, Dios puede tenerlo todo. No olvides pensar que
puedes hacer absolutamente todo lo que te propongas, por ello
métete en todas las actividades que existan, no te preocupes por el
tiempo y el estrés. Dios no se estresa. Así mismo, piensa que ya te
las sabes todas, al fin y al cabo sabes tanto que seguramente sólo es
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